La intriga y las luchas internas dominaron el debut de Alonso con McLaren. El español llegó a la escudería británica rodeado de bombos y platillos luego de ganar dos títulos mundiales consecutivos con Renault.

Alonso se quejó de que McLaren no le dio el respeto que se merecía como bicampeón mundial y acusó al equipo de darle trato preferencial a Hamilton.

Aun así, el asturiano estuvo en pelea por el campeonato durante todo el año y terminó tercero en la clasificación final.

Más allá de la constante riña entre Hamilton y Alonso, la noticia que dominó los titulares fue el escándalo de espionaje de McLaren hacia Ferrari, que desembocó en una millonaria multa.