De su generosidad depende el futuro de una niña. (Foto: Miguel Cavalli / EPASA)
Flor Cogley L.
| Especial para DIAaDIA
Johana Rodríguez González, de nueve años años, es una niña como cualquier otra. Pero, para esta Navidad, su mejor regalo no sería una muñeca o una bicicleta, sino el tratamiento que le permita crecer y tener la estatura correcta respecto a su edad.
La pequeña tiene problemas con la hipófisis o glándula pituitaria y a esto se le suma una función disminuida de la tiroides. Todo esto no le permite crecer y por eso su estatura y peso son de 93 centímetros y 27 libras, respectivamente.
Y es que mientras la pituitaria estimula el crecimiento corporal, la tiroides segrega la hormona tiroxina, que hace que los tejidos se desarrollen en las formas y proporciones adecuadas. Al padecer trastornos con ellas, Johana es una niña de nueve años atrapada en el cuerpo de una de tres.
La pequeña, que es una buena alumna de la escuela de Paso Blanco, en Pacora, necesita que se le inyecte diariamente, hasta los 15 años, la hormona del crecimiento. Pero, este tratamiento no es suministrado por la Caja de Seguro Social (CSS), ni por el Ministerio de Salud (MINSA), por lo que obtenerlo es muy costoso.
Esta hormona solo es suministrada por una casa farmacéutica y tiene un costo anual de B/.8,666.40. Esto significa que Johana necesitaría B/.51,998.40 para su tratamiento de seis años.
DESESPERADA
Su madre Jovita González ha lidiado con el problema de Johana desde que tenía dos años. Fue en esa época cuando la llevó al Hospital de Chepo para que la trataran por desnutrición. Pasaron los años y la niña no crecía.
A los cinco años fue referida al Hospital del Niño para ser atendida por una endocrinóloga, que le mandó unos exámenes y recetó una mejor alimentación y vitaminas.
Jovita confesó que su tristeza crecía al ver que su hija no mejoraba, por lo que nuevamente fue al Hospital de Chepo, de donde la refirieron a la Caja de Seguro Social (CSS). Allí se le examinó por su evidente retraso de crecimiento y maduración ósea.
ESPECIALISTA
Sobre el caso, el endocrinólogo-pediatra, José de Jesús Grimaldo, del Hospital Pediátrico de la CSS, explicó que en cada una de las citas a las que acude Johana, desde el 7 de enero de 2005, se le lleva un registro de su crecimiento. Estos no son nada alentadores, ya que solo crece de uno a dos centímetros por año.
Dijo que la falta de desarrollo de la paciente obedece a que tiene "un problema en el cerebro. "Ella tiene la llamada silla turca (estructura ósea que protege a la hipófisis) parcialmente vacía" . Además, tiene problemas con la hormona tiroidea, las conocidas T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina).
El médico habló de la necesidad de que la niña reciba el tratamiento de hormona de crecimiento exógeno, que se da por kilo de peso.
Sobre las causas de este padecimiento, manifestó que puede ser congénito o adquirido.
Dejó claro que la pequeña no es el único caso de este tipo. Incluso, afirmó que cada año hay cinco nuevos casos sin discriminar sexo.
AYUDA
Sus donaciones pueden depositarlas en la cuenta No. 540000239025 de la Caja de Ahorros.