
José mira como quedó la casa que con tanto esfuerzo había construido.
Foto: EVERGTON LEMON
José mira como quedó la casa que con tanto esfuerzo había construido.
Foto: EVERGTON LEMON
José mira como quedó la casa que con tanto esfuerzo había construido.
Foto: EVERGTON LEMON
Familiares y amigos ayudaron a sofocar el incendio.
Personal del MIVIOT hace las evaluaciones.
José mira como quedó la casa que con tanto esfuerzo había construido.
Foto: EVERGTON LEMON
Familiares y amigos ayudaron a sofocar el incendio.
Personal del MIVIOT hace las evaluaciones.
José mira como quedó la casa que con tanto esfuerzo había construido.
Foto: EVERGTON LEMON
Familiares y amigos ayudaron a sofocar el incendio.
Personal del MIVIOT hace las evaluaciones.
José mira como quedó la casa que con tanto esfuerzo había construido.
Foto: EVERGTON LEMON
Familiares y amigos ayudaron a sofocar el incendio.
Personal del MIVIOT hace las evaluaciones.
José mira como quedó la casa que con tanto esfuerzo había construido.
Foto: EVERGTON LEMON
Familiares y amigos ayudaron a sofocar el incendio.
Personal del MIVIOT hace las evaluaciones.
Mientras iba viajando en el bus, sus familiares se percataron que se prendía la pequeña casa de madera y zinc, donde José guardaba todos los recuerdos de su vida, producto alparecer, de un corto circuito. Recibía luz de otra casa.
Ayuda
A pesar del esfuerzo que hicieron sus familiares y sus vecinos por sofocar el fuego con mangueras y tanques fue casi imposible detener las llamas que consumieron en cuestión de segundos la humilde casita.
Las mujeres del sector trataron de alejarse, porque sabían que en cualquier momento estallaría el tanque de gas, pero cuando iban loma abajo se cayeron al escuchar el estallido, pues temían que el tanque lastimara a alguien.
No tiene nada
Fue al mediodía cuando José regresó a Samaria a ver su humilde casa. Él guardaba la esperanza que solo fuera una parte, pero al ver los escombros en que quedó la vivienda sintió deseos de llorar, por lo que hizo un esfuerzo para mantenerse sereno. “Solo tengo la ropa que llevó puesta, los zapatos y una mochila”, dijo el hombre. Sus familiares aseguraron que será difícil para José estos días, pues pasará Navidad sin casa y deberá empezar de cero.
Uno de sus primos manifestó que José asiste a una iglesia Evangélica y es padre de una niña por la que trabaja para ayudarla.
En tanto, José permanecía callado, tomando las cosas con calma tanto su estufa, su refrigeradora, su cama, su ropa y demás enseres quedaron en cenizas. Al lugar llegaron autoridades del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial.