Un joven luchador

Una historia de superación. Así ha sido la vida de Amado Martínez, un muchacho de Los Cerritos de El Valle de Antón, quien tomó la difícil decisión de alejarse de sus padres para ser alguien en la vida.

Con una maleta cargada de ilusiones dejó su hogar para ingresar a la Escuela Vocacional de Chapala, con el objetivo de convertirse en mecánico automotriz.

Al principio le costó mucho adaptarse, pues nunca se había separado de su mamá, Aminta Ruiz, y de su padre, Candelario Martínez.

Sus ganas de ser alguien en la vida lo motivaron a dar el 100% en sus estudios, por lo que se convirtió en uno de los estudiantes más destacados de su clase.

Su profesor Carlos Nagakane lo describió como un muchacho con mucho talento y humildad, y sobre todo, muy enfocado en lo que quería para su vida y la de su familia.

El pasado martes todo ese esfuerzo se vio cristalizado, pues Amado lograba el sueño por el que tanto se esforzó: técnico vocacional en mecánica automotriz.

En esa graduación su dedicación fue reconocida con el honor de ser el encargado de dirigirse a todo el plantel con un bonito discurso. Además le fue otorgado el premio a la excelencia Stanley Fidanque.

Después de un año y medio en la Escuela Vocacional de Chapala, Amado salió con un título debajo del brazo y una plaza de trabajo como técnico mecánico automotriz en la empresa Bavarian Motors.

Pero los sueños de Amado no terminan con la consecución de este diploma, ya que quiere estudiar ingeniería mecánica en la universidad.

Pero sus logros no son solo para él, pues todo lo que hace es para ayudar a su familia, a la que desea darle una mejor calidad de vida.