No tienen qué comer en esta Navidad, mientras que muchos panameños derrochan el dinero, comida y bebidas durante esta fecha.
Esta humilde indígena, cuyo nombre no pudimos conocer porque no entendimos su dialecto, está desesperada y triste ya que, según su hija, no tiene qué comer en esta Navidad, ni mucho menos dinero para comprar juguetes a sus niños. La señora llegó hasta Santiago, con las supuestas intenciones de trabajar para ganarse el sustento diario y así poder darle alimento a sus hijitos, pero no consiguió nada.
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