María elabora todo tipo de adornos. (Foto: ALEXANDER SANTAMARÍA)
Viola Guevara Gallimore
| DIAaDIA
Dedicada. Con mucha delicadeza y cuidado, María Batista amasa la mezcla de barro y coloca delicadamente cada pieza en el molde para que de este se haga una imagen, que luego es retirada y pulida para ser llevada a cerámica.
Oriunda de La Arena de Chitré, María, desde que nació, supo que la cerámica y la artesanías serían su destino, pues aparte de que su familia se dedicaba a la confección de artesanías, a ella le fue gustando el negocio.
COMO EMPEZó
A sus quince años hizo por primera vez un pote y de allí ha aprendido a confeccionar cazuelas, adornos de diferentes diseños como mariposas, sapos, flores, juegos completos de vajillas y adornos de mesa, que son muy buscados, tanto por personas del interior del país como de la capital, que según ella son las que más llegan a comprarle hasta el taller.
LA MAGIA DE SUS DEDOS
DIAaDIA conoció a María en el taller de los hermanos Ruiz, ubicado en el sector de Las Mercedes, en La Arena de Chitré. Con mucho cuidado, María amasaba el barro para colocar un pedazo de masa en un molde en forme de mariposa, el cual es trabajado y moldeado con sus propios dedos, poco a poco.
Luego, con un poco de agua, el molde es delicadamente sacado por la artesana, quien posteriormente coloca la mariposa en el horno, la pinta y la convierte en cerámica.
La artesana, aparte de adornos pequeños, también confecciona grandes jarrones y adornos como los que se colocan en los jardines de las casas.
DEDICADA
María dedica horas a este oficio. Sentada en un banquito, confecciona de mil a 2 mil piezas por día.