Un fogón encendido fue el culpable de que 11 casas, incluso la Sahilatura, la tienda de abastecimiento, parte del acueducto y dos aulas de clases fueran consumidos por un voraz incendio en el pueblo de Armila, en San Blas, el pasado martes.

Roberto Velásquez Abood, director de SINAPROC, manifestó que un equipo interinstitucional, que preside el Ejecutivo, envió ayer 400 bolsas de comida y se le apoyará con la reconstrucción de sus viviendas.

Explicó que también se les dará materiales de construcción para la restauración de sus casas a corto plazo.

El director de SINAPROC señaló que los indígenas quieren reconstruir sus viviendas en el mismo sitio. Este siniestro dejó 18 familias damnificadas, compuestas por 136 personas, que incluyen 93 menores y 43 adultos.