Su mayor satisfacción es poder alegrarle la vida a las personas. A Silvio Frías los payasos siempre le llamaron la atención y desde hace dos años decidió convertirse en uno, su nombre artístico es Cocobolín y junto a seis niños brindan alegría en las fiestas. Él contó que al principio de la carrera fue difícil, porque hay que atreverse a hacer cosas divertidas y hacer que los niños pierdan el temor a los payasos convirtiéndolos en sus amigos. Para ganarse la amistad de los niños, Cocobolín le ofrece golosinas y globos .

En sus presentaciones Cocobolín siempre va acompañado de sus asistentes, que son seis niños, quienes lo ayudan a inflar los globos y a divertir a otros pequeños.

VALOR

Cocobolín siempre le da precios accesibles a sus clientes. Por una hora cobra B/.50.00, además que siempre le lleva sorpresas a los niños y pinta caritas.

Cocobolín siempre lleva consigo un maletín en donde no pueden faltar los globos, pinturas de colores, sus discos compactos con música para niños y pitos.

DIFICULTADES

Cocobolín dijo que ha tenido problemas con ciertas personas que han querido burlarse de su trabajo. "Las personas creen que esta es una profesión sencilla, pero no es fácil divertir a más de 20 niños por espacio de una hora.

CUALIDAD

Lo cierto es que Cocobolín tiene el arte divertir a los niños, la habilidad de bailar y hacer bromas divertidas. En su expresión se refleja lo mucho que se divierte cuando convive con los pequeñitos.

COMO CONTACTARLO

Cocobolín labora en el Centro Comercial Los Andes frente a la Pizzería Leonardo.

AYUDANTES

Gissela, Yerineika, Iván, Papasito, Anaski y Oraya siempre lo acompañan en las presentaciones.