Quiere brindarle una mejor vida a sus hijas, lejos de la violencia. (Foto: Erick Marciscano / EPASA)
Carolina Sánchez P.
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No quieren regresar a la barraca. Diana Mendoza, la madre que fue baleada junto a sus dos hijas, Yanelis, de ocho años y Yeina, de tres, comentó que Dios puso la mano sobre ellas cuando se formó la balacera en calle 16 Santa Ana, de la que resultaron con afectaciones leves.
Ella caminaba cojeando por el Hospital del Niño, esperando a que le dieran de alta a las dos pequeñas que tienen fragmentos de plomo en su cuerpo.
El lunes una balacera entre bandas rivales en la barraca "A" ubicada en Ave. Ancón, afectó a Diana y a sus dos hijas que fueron heridas en piernas y manos.
Pero Diana contó que mantiene la bala dentro de su pierna izquierda y que los galenos le notificaron que es mejor dejarla allí para no dañar los músculos.
Desesperada dijo que no pretende regresar a su cuarto en la barraca, porque representa un peligro para la vida de sus tres hijas y de su hermana. Ella decidió pasar las fiestas de fin de año con unos familiares en Santa Librada, San Miguelito, para garantizar el bienestar de la familia.
Diana decidió vender su cuarto en 100 ó 150 dólares para mudarse a otro lugar en donde sus hijas puedan crecer sanamente.
"No es justo que mi hija de un año y las otras dos tengan que vivir con miedo cuando escuchan las detonaciones", expresó.
Esta madre está preocupada porque labora haciendo encuestas y por día le pagan B/.12.00 y ahora no sabe cómo hará si está mal de su pierna.
RECUPERACION
Diana toma medicamentos para el dolor y la hinchazón de la pierna donde mantiene la bala alojada.