Esta navidad no pasará con sus pies descalzos.
Aracelly Marciaga, la niña de 11 años residente en la comunidad de Nueva Esperanza, quien para jugar fútbol tenía que esperar a que alguna compañera de equipo le prestara sus calcetines, fue sorprendida ayer con un par de zapatillas y un sweter que el equipo de Circulación de EPASA decidió regalarle, tras conocer la difícil situación de la futbolista.
La pequeña que se encontraba en su humilde vivienda en compañía de su padre Porfirio Marciaga y sus hermanitos, dejó entrever su regocijo, pues esa había sido una de las cosas que tanto le pidió al niño Jesús.
Aracelly espera recibir hoy muchos regalos, pero también desea paz y bienestar para ella y el resto de las niñas que juegan en la Liga de Fútbol de Nueva Esperanza en la 24 de Diciembre.
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