La belleza paradisíaca de la naturaleza fue capturada en esta pintura. (Foto: : Alcides Rodríguez / EPASA)
Carlos Atencio Atencio
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Seis profesionales, luego de cumplir las horas laborales, buscaron las aulas para aprender técnicas de pinturas. Hoy, varios años después, forman un colectivo llamado Meylem.
Primero, como amigas, luego como socias, se dieron cuenta de que la plástica era más que un ejercicio lleno de color para terminar el día. Poco a poco, la creatividad se fue tomando los espacios. Y los cuadros fueron tomando vida.
Ahora tenían que dejar el Centro de Arte y Cultura de la Universidad de Panamá, donde habían dado los primeros pasos, para salir en busca de un lugar donde exponer el trabajo: las galerías.
Durante este año, al colectivo le ha ido bien. En parte porque es más sencillo realizar una exposición colectiva, que hacerlo de forma individual, por los costos que implica.
La libertad de la pintura. Las integrantes de Meylem tienen libertad para crear sus cuadros. Trabajan en un taller, y cuando terminan la pintura se reúnen para retroalimentarse.
La pintura es un mundo de color y de forma, totalmente diferente a las demás expresiones artísticas. Estas mujeres tratan de dedicarle unas 15 horas a la semana a la pintura.
Su meta es hacer dos exposiciones al año. La primera de este año fue a mediados, en la Alianza Francesa. Para el próximo año, planean seguir con el mismo ritmo de trabajo.
La temática... Algunas socias se van por la línea de los abstractos, mientras que otras buscan la claridad de los paisajes y los objetos.
Entre estas mujeres hay dos arquitectas, las otras trabajan en otras profesiones (laboratorista, secretaria y demás).
Esta exposición estará hasta el 31 de diciembre en la Galería Mery Palma.