¿Quién ha dicho que por ser hombre no se tienen que realizar las labores domésticas, y mucho menos ayudar a su compañera en momentos que se encuentra indispuesta, por razones de enfermedad u otra índole?
En la Campiña de Coclé es muy común ver a hombres lavando la ropa u otros quehaceres domésticos en los ríos o quebradas, después de una larga faena en el campo.
Nos manifestaba uno de estos campesinos que cuando su esposa está mala, él no lo piensa dos veces, coge la ropa o los trastes y se va a la quebrada a lavarlos, para que su compañera descanse y se pueda reponer.
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