Todos los cepillos tienen que limpiarse para que no les queden bacterias, porque al usarlos y no limpiarlos éstas volverán.
CEPILLO DE PELO
Para comenzar, elimine los restos de cabello con otro peine.
Seguidamente, déjelo en remojo con amoniaco, pero si es de madera tenga cuidado.
Repáselo de nuevo con otro cepillo y déjelo secar boca arriba, para que las cerdas no se deformen.
CEPILLO DE BAñO
Límpielos como los del pelo, teniendo la precaución de no dejarlos en remojo; de lo contrario, aparecerán manchas blanquecinas de humedad.
|