Los niños le dieron duro a la piñata de Santa Claus, pero saben que el dueño de la fiesta es el Niño Dios. (Foto: Erick Aurelio Marciscano / EPASA)
Carolina Sánchez P.
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Querían que amaneciera pronto. Desde temprano, niños acompañados por sus padres recorrieron a pie los campos de comunidades como El Chorro, El Harino, Teria y Las Claras, para llegar a tiempo a Cirí Grande de Capira y participar de la fiesta de Navidad que ofrecieron los miembros del Club de Leones.
Para una mejor organización se clasificaron a los 200 pequeños por sus edades. No obstante, para romper el hielo e inyectarle emoción a la fiesta, las piñatas fueron la mejor elección. Y entre la multitud de niños agasajados estaba Erick Medina, quien no dudó y le dio de palazos. Posteriormente, ellos recibieron refrigerios para iniciar la fase de juegos y concursos de cantos. El que no vaciló un instante fue Melvis, quien ni corto ni perezoso pasó adelante y se puso a cantar décimas.
Mientras, Rodrigo Bejarano, presidente del Club de Leones de Capira, dijo que "no hay nada más reconfortante al alma que hacer feliz a los niños".
Yamileth Castillo, maestra de la comunidad, expresó que una vez que se enteró de la iniciativa de los Leones, no dudó y decidió organizar la fiesta para que sus alumnos pudieran disfrutar un día de felicidad.
Alfonso Cárdenas, padre de Ariel, manifestó que su hijo quería ir a Cirí Grande desde el día anterior, pero decidieron viajar en la mañana. "Vinimos desde la mañana caminando a pie desde El Harino para poder llegar al mediodía a Cirí", relató. Pero la ilusión de su hijo era que le dieran un regalo y no quedó satisfecho hasta alcanzar su objetivo.
REGALITOS
Tanto niños como adolescentes recibieron regalos que animaron aún más sus rostros.