¡Ay madre!, eso estaba lleno hasta la zapatilla y no es para menos.
Siguiendo con su tradición de llevarles un cariñito a los niños más necesitados, Samy y Sandra Sandoval se volvieron a bajar del bus y les llevaron a los pequeños de Monagrillo un pedacito de felicidad en forma de juguete.
En la entrega asistieron más de 3 mil "zambitos" de todas las edades, que esperaron en medio de la algarabía por el presente que iban a recibir.
Pero no crean que es la primera vez que hacen este tipo donaciones, pues ya llevan quince años en este julepe en el que los acompañan siempre sus hijos para que con este gesto desarrollen el don de dar. ¡Sabrás, "darling"!
"Lo más lindo de entregar juguetes a los niños es su sonrisa y la carita de asombro al ver lo que les tocó", dijo Samy.
Después de que todos recibieron esta muestra de afecto, hubo un ameno baile que amenizó Kenisín Pérez, en el que los asistentes bailaron amanojajas. ¡Oiga el gusto!