H abilidad, gracia y valor son las caracter�sticas de la mujer elegante. Nada es comparable al placer de mirar por encima de los hombros de muchos varones.
Nada iguala al placer de mostrar, en su desnudez, dos bellos pies flotando a 20 cent�metros sobre la superficie del planeta.
Incre�ble es la gracia con que las miradas de una mujer recorren la figura de otra y, sin dejar de caminar, combinan su evaluaci�n de la otra, con el propio sentimiento de superioridad.
La gallard�a que engalana esas siluetas graciosas, caminando sobre tacones, a veces delgadas, otras no tanto, es admirable, por la forma despreocupada y sensual de contonearse en equilibrio.
�Qui�n dise�� esta moda que hace a la mujer tan exquisita? �Qui�n fue tan mal�volo que, a�n a riesgo de la propia vida, hizo de la mujer una esclava de los pies en desnivel?
Imposible retornar a los zapatos de piso, porque ello conllevar�a la desgracia m�s insoportable y cruel que se pueda infligir a una mujer.
Los mitos son necesarios para integrar a las sociedades; el tac�n integr� a las mujeres elegantes a producir trabajo y riqueza. Quita los zapatos de tac�n a la mujer y ver�s una sociedad desgraciada, gris y sin alicientes.
Gracias les damos al inventor del zapato de tac�n.