Trágica Navidad en Bocas

Deslizamiento de tierra, homicidios, incendio, ahogados, heridos de bala y machete fue el saldo trágico durante la víspera y Navidad en la provincia de Bocas del Toro.

Las fuertes lluvias registradas entre viernes y sábado ocasionaron un deslizamiento a la altura del lugar conocido como Cabello de Ángel, cerca a la división Continental entre Chiriquí y Bocas del Toro, provocando el cierre parcial de la vía.

Una cuadrilla del Ministerio de Obras Públicas se desplazó al lugar, y despejó el paso a eso de la 1:00 a.m. de ayer; los aguaceros mermaron y hasta las 2:00 p.m. de ayer, el paso vehicular era fluido y sin peligro, informó Jésica Romero, directora del MOP.

Además del deslizamiento, también fue notable el incremento del nivel de los ríos Guarumo en Chiriquí Grande y Sixaola en Guabito. Sin embargo, el peligro se alejó, pues las lluvias cesaron desde la noche del sábado.

Mientras tanto, se reportó que hubo tres muertos, uno por heridas punzocortantes y dos por ahogamiento.

A eso de las 2:00 p.m., moradores de la Isla Tigre, en el área peninsular, localizaron dos cuerpos flotando; se trataba de Fredy Ábrego y Roxana Morales Palacios, ambos de 10 años, quienes fueron sorprendidos por fuertes oleajes.

En la madrugada de ayer, Ismael Rodríguez, de 27 años de edad, perdió la vida casi de manera instantánea al recibir dos puñaladas debajo de la tetilla izquierda.

En tanto, en el corregimiento de El Empalme se registró un tiroteo, en el que una niña de tres años recibió dos heridas de bala, una en el abdomen y otra en la pierna derecha; en el mismo lugar también fue herida en una pierna otra persona. Casi al mismo tiempo, otros dos hombres resultaron seriamente lesionados, producto de machetazos que se propinaron al enfrascarse en una batalla campal. Ambos fueron atendidos por los galenos en el hospital de Changuinola, en donde quedaron recluidos, pero fuera de peligro.

Minutos antes de las 4:00 a.m. les tocó entrar en acción a los camisas rojas del Cuartel James Sutherland de Changuinola; un conato de incendio se dio en finca 42.

La familia Moreno salvó milagrosamente la vida. A pesar de la tragedia, los vecinos aseguran que tuvieron su ángel guardián; se trató esta vez de su hija, de 10 años de edad, quien despertó en medio del humo, pero tuvo la valentía de ponerse en pie y llamar de inmediato a sus padres; el señor Moreno resultó con quemaduras en la cabeza cuando intentaba junto a su esposa e hija salir lo más rápido posible del lugar.