"Abandoné mi trabajo porque mi familia es lo primero". Eso fue lo que hizo Martín Flores, cuando a eso de las 11: 00 a.m. de ayer sonó su celular.

Él estaba en plena faena en una construcción de El Dorado.

Su esposa, Paula Rodríguez, le anunció que había tenido un accidente de tránsito en el Corredor Norte y le acompañaba su hija Cindy Flores, de 3 años, quien tiene problemas con el corazón. Martín no lo pensó dos veces, agarró su mochila y se fue a ver qué ocurrió.

Irónicamente, este accidente lo protagonizó otra vez un bus de la ruta Mano de Piedra-Corredor, con placa B-3228, que era conducido por Clemente Cáceres, quien explicó que el accidente se debió al desprendimiento de la dirección y aseguró que tiene más de 30 años al volante. No obstante, algunos pasajeros dijeron que el conductor manejaba a excesiva velocidad.

El accidente se dio en el kilómetro 4 del Corredor Norte, donde el conductor perdió el control del bus, se llevó la baranda de seguridad y, a la vez, arrastró un letrero que decía "curva peligrosa". Se observó que el transportista trató de frenar en el terreno, pero ni eso lo detuvo, porque luego chocó con un árbol y fue a parar a una quebrada.

Se informó que los pasajeros quedaron histéricos y rompieron dos ventanas para salir del bus. En este accidente, no hubo víctimas fatales, pero dejó a 13 personas heridas.

Ocho de ellas acudieron al Hospital Santo Tomás para recibir atención médica y tres menores fueron llevados al Hospital del Niño. Dos heridos fueron llevados a urgencia de la CSS.

LLENO

El bus "El Pi-K-rón Express" llevaba 45 pasajeros, entre ellos había dos embarazadas que resultaron heridas.