Tras el día de Navidad en la playa de Bondi en Sydney, el frío y la lluvia mañanera convertía esta conocida playa en un lugar silencioso, en el que amanecían numerosas personas.
Muchos australianos ya preparan las festividades del Año Nuevo 2007, en las que la Bahía de Sydney realiza el mayor despliegue de fuegos artificiales del mundo.
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