Mañana comienza una nueva etapa en el sector transporte de Panamá. Es para algunos ciudadanos, el primero de los pasos para bajar el número de víctimas por accidentes de tránsito en la capital, ocasionados por los "diablos rojos". A la vez pone en jaque las regatas y las astucias de los denominados "pavos".
Son muchos los que en los próximos meses extrañarán la música estridente y se espera saborear el trato amable de los conductores. Es la antesala a una experiencia llena de expectativas.
Los primeros en quedar cesantes de este negocio son los buses de Corredor Sur, especialmente las piqueras de Pedregal y Don Bosco.
En un acontecimiento como este, durante la Era Republicana de Panamá, ocurrió algo jocoso que vale la pena recordar. Fue un evento significativo, pero que la Secretaría del Metrobús hoy descarta volver a realizar. Ese momento fue denominado: "R.I.P. para el tranvía eléctrico".
Alonso Roy, en sus "Escritos Históricos de Panamá", cita que el 31 de mayo de 1941 se suspendió el servicio del transporte colectivo prestado por el tranvía, luego de 27 años de estar funcionando (27 de septiembre de 1919).
En aquel entonces, la concurrencia llevó carteles que decían mofándose: "Cascarón amarillo, ya no pasarás más por la Avenida Central", " Malvado tranvía, hoy te enterramos". "Canalla cascarón, descansa en paz", entre otros.
Las honras fúnebres del "Señor tranvía" empezaron en el parque de Santa Ana, desde donde hizo su último recorrido hasta la 5 de Mayo.
De acuerdo con el historiador Álvaro Menéndez Franco ese funeral se hizo en la desaparecida "Casa Tranvía", donde está el actual Mercado del Marisco. "Esos tranvías fueron vendidos a las islas del Caribe", recordó. También dijo que a su parecer los "diablos rojos", en sus inicios, eran más baratos, higiénicos y seguros que el tranvía, pero el progreso es el progreso. Menéndez Franco sentenció que "el metrobús es una tarea que tomará varios gobiernos, ya que la experiencia de República Dominicana fue inaugurarlo a la mitad del proyecto y se trabaja en las fases finales".
El funeral del "Señor tranvía" en aquel momento fue tan organizado, que el desfile se hizo al ritmo de la marcha fúnebre de Chopin y el repicar de las campanas. En tanto, los espectadores colocaban lazos negros y coronas florales al paso del tranvía.
Cuenta la historia, que los días siguientes al sepelio del tranvía fueron caóticos y la ciudadanía añoraba el servicio que había prestado. ¿Cuál será la nueva experiencia?
Desde mañana se conocerá... Otra será la historia...