
Al cumplir sus rituales, los niños duermen más tranquilos.
Al cumplir sus rituales, los niños duermen más tranquilos.
A los dos años y medio todo debe estar en su lugar y aquello que se hizo el día anterior debe hacerse al siguiente.
Los rituales a la hora de dormir en este rango de edad pueden ser de una complejidad sorprendente. Desde la forma de decir buenas noches a todos los miembros de la familia, en un determinado orden, con una cantidad preestablecida de besos para cada uno, hasta la preparación para meterse a la cama, el baño, el cepillado de los dientes, desvestirse y vestir la pijama.
Esto sin contar los rituales una vez que el niño ya está en la cama. Las historias o cuentos que hay que leer, la música que necesita oír y otros. Las posibilidades pueden ser muchas. Hay niños y niñas que antes de ir a dormir necesitan bañarse con ciertos juguetes favoritos y hay los que necesitan dejar sus cosas arregladas en un orden determinado en la habitación antes de meterse a la cama.
Los padres y las madres deben saber que estos rituales son importantes para los niños y en base a esto pueden controlar que no se vuelvan tan sofisticados y largos. Simplificar lo más posible estos rituales, que son naturales a esta edad, cansa menos a los adultos.