Moza, le escribo para contarle mi pena. Lo que pasa es que mi marido está pasando por un mal momento, y aunque le juro que a veces me dan ganas de salir huyendo, estoy allí apoyándolo como lo prometí hace años ante el altar. Moza, mi marido era drogadicto y le gustaba andar con mujeres por allí. No se imagina la decepción que sufrí al darme cuenta de que el hombre de mi vida, el padre de mis hijos, mi esposo, estaba metido en eso. Siempre llegaba borracho a la casa y yo pensaba que ese era su problema, hasta que un día revisé sus bolsillos apenas llegó y vi un paquetito que contenía la droga, la probé y se me durmió la lengua. Ese día lloré como nunca, desde ese momento todo se rompió, mi respeto, mi consideración, mi amor. Siento que ya no lo amo, él jugó tanto conmigo, me mintió y hasta me fue infiel con cuanta mujer se le pasara por en frente. Le quitaba a mis hijos para sus vicios, esas son cosas que no se pueden perdonar de la noche a la mañana. No sé si soy mala mujer, pero quiero salir huyendo, ya no lo quiero besar ni verlo, pero su madre me pide que lo ayude a salir de las drogas, ya que si lo dejo se perderá más. Ahora lo mantenemos vigilado en todo momento. Lo paso a buscar al trabajo y tiene meses que no se emborracha; pero, ¿quién me dice a mí que él no se droga en su trabajo? No sé, necesito su consejo, ya que pienso que esto no es bueno para nuestros hijos.
PIENSA BIEN LO QUE HACES
Mira, si piensas que es demasiada carga para tus hombros ayudar a tu marido, déjalo; si crees que esto puede dañar a tus hijos, déjalo; pero si sientes un poco de amor por el hombre que tienes al lado, ayúdalo. Todo depende de ti. Sé que es difícil estar al lado de un hombre con este problema, pero creo que todavía estás enamorada de él, sólo que estás confundida y decepcionada. Habla con él y dile que si no se ayuda, tú no lo harás; que si realmente te ama a ti y tus hijos, que se inscriba en un grupo de ayuda. Sólo tienes que hablar con él y explicarle lo que sientes. ¡Suerte!
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