Se las ve difícil para atender a su hijo. Damaris Quintero es una madre de 38 años que está desempleada y lucha por la salud de su hijo Juan Gómez, de 8 años, que padece de anemia falciforme.
Al pequeño Juan le detectaron la enfermedad cuando tenía un año. Lo operaron para sacarle el vaso, porque le hacía secuestro de sangre.
Cuando a Juan le dan las crisis se le baja la hemoglobina y se pone débil, con síntomas de desmayo. Damaris vive sola junto a su hijo en una casa de bloque que aún no terminan en El Progreso 2, de La Chorrera.
Su único sostén son sólo 35 dólares de pensión alimenticia que tiene Juan, del Seguro que le dejó su padre, quien falleció en un accidente. Por eso, Damaris debe recurrir a la venta de tamales para comprar medicamentos y alimentos, pues además Juan sigue una dieta especial, no puede comer cualquier tipo de comidas.
Damaris desea obtener un trabajo para terminar de construir el cuarto de su hijo.
PROBLEMA
Juan se atiende en el hospital Nicolás Solano de La Chorrera, donde la mayoría de las veces no tienen las medicinas que necesita.
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