La capacitación ha sido la base de todo. Gracias al interés y dedicación que un grupo de estudiantes de la Escuela Vocacional Especial (EVE) ha demostrado, hoy pueden desempeñarse como verdaderos expertos en diferentes quehaceres.

Lo que empezó como un plan piloto de adiestramiento para desempeñar pequeños cargos de meseros, chef, azafatas y expertos en protocolo, es hoy una bonita forma de hacerlos sentir útiles a la sociedad; es por ello que en cada oportunidad que se les presenta, salen a demostrar que ser sordos, mudos o padecer retardo mental no es obstáculo para dar lo mejor de sí y demostrar que cuando se tiene interés, las cosas salen muy bien.

Curiosamente, en la mayoría de los hoteles y salones de reuniones donde han prestado el servicio, la gente no toma en cuenta sus limitaciones, pues no demuestran que son "diferentes".

Para los jóvenes, ésta es una excelente oportunidad para que los grandes empresarios los tomen en cuenta en el ámbito laboral.