Ella sabía qué hacer en caso de incendio, pero las llamas no le dieron tiempo de escapar.

Tan sólo el pasado 2 de noviembre, Día de los Difuntos, la señora María Ramos Miranda, de 96 años, fue a visitar la tumba de sus dos hijos y entre lágrimas comentaba lo difícil que había sido enterrarlos, pero por cosas del destino ahora estará con ellos.

Cuando los residentes de la calle circunvalación de Cerro Viento se dieron cuenta de lo que ocurría, ya nada pudieron hacer. Y es que un fuego se había apoderado de la residencia #163 donde vivía la señora María y su esposo, quien había salido a hacer una diligencia.

El siniestro ocurrió pasadas las 8:00 p.m. del viernes. Según contó Adolfo Saurí, familiar de la señora, ella siempre decía que si ocurría un incendio sabía que tenía que salir gateando para que el humo no la afectara. Así había hecho, pues cuando la encontraron estaba en esa posición saliendo de su recámara, pero lamentablemente no lo logró.