Aprovecha las oportunidades. Bajo un fuerte sol, rodeado de personas y en una mesa con sus implementos de trabajo, se encontraba Alfredo Rosero vendiendo los famosos raspados.
Este joven darienita, de 21 años, aprovecha cada día feriado en el distrito de La Palma, lugar donde reside, para hacer algo de dinero y cubrir parte de sus gastos.
"El negocio es rentable cuando es día de fiesta", mientras no haya, me dedico a "trabajar por ahí haciendo camarones", dijo.
Además, una ventaja en La Palma de Darién es que sólo hay dos raspaderos.
COLORIDOS
Los raspados que vende Alfredo son muy originales y llaman la atención de todos por lo coloridos que son. Ya que a parte del tradicional "rojo" y de uva, este joven vende azul con sabor a menta, verde de limón y el amarillo con esencia de piña. Estos siropes son preparados por su madre.
AYUDANTE
Aunque el negocio es de Alfredo, su hermano Melvin suele ayudarlo para brindar un rápido servicio a las personas y que estas no tengan que esperar tanto.
SUS CLIENTES
No hay duda de que sus principales clientes son los niños, aunque también a La Palma llegan turistas, quienes no dudan en comprarlos.
Alfredo contó que a veces las personas están apuradas y quieren que les despachen primero que a los otros, pero él, con una sonrisa de amabilidad, les enseña que deben esperar hasta que llegue su turno.
PRECIO
El precio de los raspa’os es el universal. Sólo valen 0.25 centavos.