Un Corán transcrito al alfabeto braille ha causado una polémica debido a su transcripción entre los miembros de la Comisión de Altos Ulemas (CAU), máxima institución religiosa en el reino, que todavía discute su aprobación. La polémica se basa en las diferencias sobre si lo consideran un libro sagrado correcto conforme a las normas del idioma.