
Dios curó a su mamá de un problema en la columna vertebral.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Dios curó a su mamá de un problema en la columna vertebral.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Dios curó a su mamá de un problema en la columna vertebral.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Esperan grabar un disco compacto.
Los niños cantan muy bonito.
Es muy creyente y temerosa de Dios.
Los niños la quieren mucho.
Dios curó a su mamá de un problema en la columna vertebral.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Esperan grabar un disco compacto.
Los niños cantan muy bonito.
Es muy creyente y temerosa de Dios.
Los niños la quieren mucho.
Dios curó a su mamá de un problema en la columna vertebral.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Esperan grabar un disco compacto.
Los niños cantan muy bonito.
Es muy creyente y temerosa de Dios.
Los niños la quieren mucho.
Dios curó a su mamá de un problema en la columna vertebral.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Esperan grabar un disco compacto.
Los niños cantan muy bonito.
Es muy creyente y temerosa de Dios.
Los niños la quieren mucho.
Dios curó a su mamá de un problema en la columna vertebral.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Esperan grabar un disco compacto.
Los niños cantan muy bonito.
Es muy creyente y temerosa de Dios.
Los niños la quieren mucho.
Atendió el llamado del Señor. Hace 23 años, Anabel Moreno está en los caminos de Dios; ella conoció de Él por medio de su mamá, quien era muy creyente y devota.
En ese ministerio la llevó a convertirse en directora de alabanza de la iglesia Shalom, ubicada en Villa Zaíta en Las Cumbres, Alcalde Díaz.
Entre sus obligaciones en la iglesia está el dirigir el coro Shalom, compuesto por jóvenes, niños y niñas que se congregan allí.
En el coro cantan villancicos que les han permitido presentar a sus niños por primera vez en la Terminal de Transporte de Albrook y en la Gobernación de Panamá.
Pero la mayoría de las presentaciones de Anabel y su coro se realizan en su iglesia, aunque siempre están dispuestos a colaborar donde el Señor los llame.
Además de sus obligaciones cristianas, Anabel es contable y secretaria de profesión, lo que le ha permitido sustentar a sus tres hijas.
De su vida con Dios se siente muy agradecida por todo lo que le ha dado en la vida, y por lo que ha hecho con su familia.
Es por esto, que no ve su vida fuera de los caminos del Señor, pues es quien la conforta y la motiva a superarse y ser una mujer de bien para la sociedad.
Para ella no hay nada más importante que trabajar para el prójimo, de allí que le pida a Dios sabiduría, salud y fortaleza para seguir en su ministerio.
Uno de esos sueños es poder grabar su disco compacto de villancicos, para así llevar su talento y el de sus niños a todos los panameños.