Las flores adornan las casas. (Foto: Arnoldo Zeballos. / EPASA)
Arnoldo Zeballos
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Turismo interno. Si aún no tiene definido qué harán sus niños en las vacaciones de principio de año, lo mejor es enseñarles a apreciar su país, visitando sus pintorescos pueblos.
Un sitio muy folklórico por el que vale la pena darse la vuelta y conocerlo es Chupampa. Es un corregimiento que pertenece a la provincia de Herrera, con 1.283 habitantes de los cuales 674 son hombres y 609 mujeres.
Todavía este pequeño pueblo conserva algunas tradiciones del interior, como hacer comidas en fogones de barro con leña, se pila maíz, se practica la ganadería, explica el profesor de filosofía, poeta y compositor Franklin Zeballos Torres.
En el pueblo de Chupampa aún podrá encontrar edificaciones como la iglesia de San Pedro, que data de 1800. Sus fiestas patronales se celebran los 29 de junio de cada año. Las estructuras de la escuela también son antiguas y datan de 1918.
Entre las actividades que se realizan en Chupampa para la distracción de sus pobladores son: las corridas de toro, bailes típicos, fuegos artificiales, procesión del santo y las cabalgatas que se realizan en la plaza del pueblo.
Además, para su comodidad y bienestar, el pueblo cuenta con un centro de salud, biblioteca, su Junta Comunal, su parque muy visitado y fotografiado por turistas.
CUNA DE POETAS
Es tierra de poetas y compositores que dejaron sus huellas, tal es el caso de Manuel Zeballos Amador, hombre pequeño de color canela, de gran sabiduría. Este poeta refleja en sus versos lo divino, se inspira en las vivencia de lo cotidiano y del folklore de su pueblo.
Al inaugurar la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena de Santiago de Veraguas, este poeta improvisó sus versos, ya que fue buscado por el presidente de aquella época para que recitara algunos poemas.
En este pequeño corregimiento se pueden encontrar lugares como: Pueblo Nuevo, Santa Ana, La Cruz del Rayo, El Olivo, El Limón, El Cocuyo, El Higuito, entre otros.
Chupampa está lleno de alegría de la gente humilde, campechana y trabajadora, sin faltar ese sabor y toque interiorano.
Este pintoresco pueblo ganadero está rodeado de montañas verdes, ríos y lagos que bañan este maravilloso corregimiento.