Víctor Rodríguez espera que algún día le den un trabajo y no que lo recojan y le den miserias. (Foto: : ERICK BARRIOS. / EPASA)
Yanelis Domínguez
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Tiene esperanza. "En la calle estoy mejor, pues mis familiares me quieren pero me rechazan", eso repetía una y otra vez Víctor Rodríguez, un indigente que tiene 20 años de vagar por las calles de Panamá.
Rodríguez relató que antes de estar en esa situación tenía un trabajo estable como pescador en el puerto de Vacamonte, con el cual mantenía a su familia, pero después de la invasión perdió su empleo y cambió el rumbo de su vida.
Este indigente ha tenido que aprender a sobrevivir en la calle para no morir de hambre. Él recicla vidrios, latas y algunos hierros, con los cuales gana, la mayoría de las veces, desde B/5.00 a B/10.00, que le sirve para comprar comida y hasta pastillas para el dolor, ya que en ocasiones se ha sentido mal, pero él mismo se cura, pues dijo que los doctores no lo convencen.
Rodríguez dice que no tiene vicios, sólo la indigencia. Para este a Año Nuevo la pasará en la calle y sólo. Este indigente se la pasa en la Avenida Nacional, donde pernocta.
En la actualidad, estos indigentes son recogidos en operativos mensuales por la Alcaldía de Panamá para luego ser llevados a un sitio especial donde se les asea y se verifica su estado de salud, posteriormente son pasados a la Fundación Remar Panamá, donde se les brinda una rehabilitación de seis a ocho meses; todo esto con un subsidio que proporciona la Alcaldía de B/60.00 a B/100.00 por indigente. Otros son enviados al Instituto de Salud Mental.
INDIGENTES RECOGIDOS POR LA ALCALDIA DE PANAMA ESTE AñO