¡Qué hablen, que hablen/que digan lo que quieran/que hablen, que hablen/que digan lo que quieran...! Con esta canción de Samy y Sandra Sandoval, empiezo la última columna del 2008, que es dedicada a todos los "chollywoodenses" o "víctimas del Chollywood", como se hacen llamar algunos que son parte de la farándula, pero ni hacen noticias.

Este año, mis compañeros y yo la pasamos de maravilla, escudriñando todas las "cocoas" que se dieron día a día en la farándula local.

Fueron muchas las noticias positivas que sacamos, pero como los panameños sólo vemos lo malo e ignoramos lo bueno, muchos "chollywoodenses" se jactan diciendo que los periodistas de espectáculos somos mentirosos, bochinchosos, malos, intrigosos y que siempre le queremos buscar la quinta pata al gato. ¡Y no es así!

En el 2009 venimos más ágiles que nunca, con cámaras en sus oficinas y equipos "swatch" que nos harán saber el mínimo detalle que hay en sus vidas (qué ropa usan, con quién queman a su pareja, cuánto ganan, cómo viven y mucho más).

Recuerden las reglas del juego: jamás mentir, porque el pez muere por su propia boca y piensen antes de hablar.

Pero no olviden que muchos han hecho su nombre por nosotros, los medios, y ahora se las tiran de exquisitos y no quieren dar entrevistas. Se les olvida que cuando su hijo cumplió años querían sacarlo en el periódico, su cumpleaños también, el bautizo, el nacimiento, para el día de la madre querían salir con ellos y para el del padre también. ¡Tranquilos, no hay problema, a todo esto se le llama "Crecimiento del Chollywood".

Al periodismo de espectáculo en DIAaDIA se le llama "Prensa rosa" o "Prensa de corazón", aunque para muchos podría ser "Prensa del hígado" (porque la verdad duele), búsquenla en Google y analícenla, porque no cambiaremos. ¡Cojan cuerpo!

Y como dice Candela Ferro, sorry, sorry, me equivoqué, es Gisella Tuñón... ¡"auch"! tampoco es ella; es original del argentino Tinelli, que fue su creador: ¡"Chau, chau"!