Querer es poder. Esto lo demostró a pulso Daniel Rodríguez, de 21 años, quien a pesar de sufrir una enfermedad crónica renal fue uno de los 42 estudiantes de la IV Promoción de Graduandos del 2009 en el Hospital Santo Tomás.

Lo más impresionante de Daniel es que por su enfermedad lleva nueve años viviendo en el Hospital del Niño (HN), con la única compañía de las enfermeras, doctores y de su padre.

Ni las diálisis que le hacen de lunes a viernes ni el estar alejado de su familia nueve años fueron impedimentos para que obtuviera su diploma por haber terminado el noveno grado.

A pesar de estar viviendo uno de los momentos más felices de su vida, él no era del todo feliz, ya que hubiera querido que su familia lo hubiera visto recibir su diploma.

Pero los sacrificios y los triunfos de este luchador incansable no terminan, pues va a seguir estudiando para obtener su título de bachiller.

Otra de las pasiones que tiene es la música típica, al punto que le encantaría que alguien le regalara un acordeón para poder aprender a tocarlo.

La enfermera Yolanda Córdoba, quien ha cuidado de Daniel los nueve años que lleva hospitalizado en el HN, ha sido uno de los pilares más importante en su vida. Ella explicó que él podría recibir un trasplante de riñón, pero que en estos momentos no se encuentra en ninguna lista de espera de órganos.

Agregó que esto se debe a que en su casa, en Bocas del Toro, no cuenta con las condiciones mínimas para un tratamiento seguro de llegar a ser operado. Mientras no tenga esa casa, seguirá recibiendo las diálisis que lo mantienen con vida.

FAMILIA

Por su enfermedad, no ve a su mamá y a sus siete hermanos que están en su casa en Bocas del Toro.