A eso de las 4 de la mañana de ayer, se veí­a llegando una gran cantidad de personas al toldo de Los Uveros de Penonomé. "¿A dónde van?", pregunté. "Pues, a la amanecí­a con Samy y Sandra; esto es tradición en esta comunidad y quiero ver a los artistas y bailar junto a mi hija", dijo Iris Sánchez.

Manuela Gutiérrez es una niña con parálisis cerebral; ella tiene 11 años, y junto a su madre estaba en medio de la pista, disfrutando de la amanecida con Samy y Sandra. Para su madre, es una tradición y lleva a su hija porque hay mucha seguridad y sabe que a su pequeña le encanta disfrutar de esta música.

CON EL SOL
El ambiente de 6 a 10 de la mañana era realmente alegre, agradable, a pesar de la gran cantidad de borrachos y morisquetos. Lo cierto es que cada madre cargaba al lado uno o dos niños que disfrutaban de la amanecida. También se realizó, a eso de las seis de la mañana, un concurso de niñas que imitaban a Sandra Sandoval; esto fue una de las mayores atracciones y emociones para la cantante de música tí­pica.

MUY CONTENTOS
Samy Sandoval conversó con este medio, y muy emocionado, aseguró que esta amanecida es una tradición desde hace muchos años, ya que el pueblo de Los Uveros fue el que les brindó en primera instancia la oportunidad de salir adelante con su conjunto, y "esto hay que agradecerlo, amaneciendo con ellos todos los 2 de enero. Es un agradecimiento a los coclesanos".

Al igual que con Samy, tuvimos la oportunidad de conversar con Sandra, quien con una gran sonrisa expresaba su emoción. Aunque ya a las 10: 00 a.m. estaba un poco disfónica, no se negaba a tomarse fotos con sus fans y autografiar los CD's.

Jonathan Chávez fue otro de los artistas invitados; él junto a la corista de Sandra, amenizaron desde las 9 hasta las 10 de la mañana la tradicional amanecida, mientras Sandra y Samy departí­an con el público y, en especial, niñas que casi mataban por una foto con la súper estrella de la música tí­pica en Panamá. ¡Qué fiestón!