Las ganas de surgir y buscar el sustento, hacen que estos dos socios, al ver salir el alba, empiecen a trabajar como Dios manda.
Cecilia Martínez y Rubén Miranda son dos compañeros de trabajo que aprovechan cualquier fecha de movimiento comercial, para trasladarse allí y colocar su puesto de checheritos y otros artículos, porque aseguran que la cosa está difícil y hay que ver de dónde se saca plata.
Son amigos desde hace tiempo y han sabido equilibrar una sana amistad con los negocios, los cuales comparten muy bien, pues ambos se dividen las faenas y, de igual manera, las ganancias, esa es la clave de su éxito.
La venta de peluches, objetos para la suerte y demás, ha sido la forma en la que estos dos socios han buscado dinero y una manera honrada de ganarse el diario sustento.
Aseguran que lo seguirán haciendo hasta que Dios les dé la vida. Sin miedo al trabajo y a las cosas que el destino les depare, afirma Cecilia que se levanta todos los días porque sabe que su fe la ha ayudado a seguir adelante y a consolidarse como una empresaria "echada para adelante".
Cada día es igual para estos socios, que han comprendido que con una buena comunicación, respeto y, sobre todo, honradez puede conseguirse de todo; por ello, aseguran que hasta que puedan seguirán ofreciendo sus servicios a propios y extraños.
Hoy continúan sus faenas en el Mercado de Artesanías de la Plaza 5 de Mayo.
LA CLAVE
Ambos consideran que las diferencias en el trabajo se arreglan hablando y nunca discutiendo.
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