Los tiempos en que la mujer se quedaba en la casa haciendo los quehaceres del hogar, pasaron a la historia. De eso puede dar fe Basilia Espinoza de Mendoza Ella vive en calle Capitán, en Barrio Colón en La Chorrera, junto a su esposo, Julio Enrique Mendoza Montes, y sus 5 hijos de 20, 18, 16 , 14 y 11 años.

Aunque desde diferentes trincheras, Basilia lucha hombro a hombro junto con su esposo; él vende sus plátanos fritos en la Escuela Pedro Pablo Sánchez y ella en los predios del Parque Tomás Martín Feuillet. Ambos trabajan de 6: 00 a.m a 6: 00 p.m.

En una pequeña carretilla, Basilia y su esposo venden platanitos fritos, guineo, jugo de caña, empanaditas y chorizos.

Aunque hay altas y bajas, como en todo negocio, Julio tiene una forma particular de ver la vida, porque como hombre cristiano, señala que Dios dice: "Esfuérzate y sé valiente, que yo estaré contigo".

LOGROS
Esta ejemplar pareja agradece a Dios que con estas dos carretillas han podido criar a los hijos y tener a dos hijas en la Universidad, una de ellas estudiando enfermería.