Britney Spears volvió a su residencia en medio de una gran cantidad de fotógrafos y a la vez enfurece a su ex esposo, Kevin Federline, porque fue dada de alta sólo 36 horas después de estar bajo observación siquiátrica.
Así como leen amigos. Britney abandonó el sábado el hospital de Los Ángeles, en el que fue ingresada forzosamente el jueves y ha vuelto a su residencia. Definitivamente que la Policía tuvo un enorme trabajo para retirar a los paparazis del lugar y hasta grúa tuvieron que usar.
La salida de Spears se hizo pública en un comunicado, difundido por la televisión y sitio web Entertainment Tonight (ET), del doctor Phil McGraw, un psicólogo que es presentador de un famoso programa de televisión, "Doctor Phil", sobre problemas personales y de familias.
McGraw afirmó haber charlado durante una hora con Spears, quien "tiene necesidad apremiante de intervención médica y psicológica", cuando ésta todavía estaba en el hospital haciendo su maleta después de haber recibido el alta, y que la acompañó hasta su automóvil.
Una televisión rival de ET, TMZ, afirmó que el doctor McGraw ha acordado con los padres de Britney que comparecerán a su programa en los próximos días y que pretendía, pero sin éxito, convencer a la propia diva del pop a participar también.
Según medios estadounidenses, Spears abandonó el centro médico por un túnel subterráneo para evitar a la multitud de fotógrafos que la esperaba a la salida. ¿En qué quedará todo?
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