Esa preocupación no deja dormir en paz a Sandra Morales, quien teme que su hijo de 17 años, en el momento menos pensado, le haga un daño. Esto se debe a que él sufre de trastornos mentales, por lo que estaba recluido en la sala 25 (psiquiatría) del Hospital Santo Tomás (HST), de donde se escapó el pasado miércoles.

Manifestó que, para llevar de vuelta a su hijo al HST, pidió ayuda en la subestación de Policía ubicada en la barriada Casa Real, pero allí le informaron que no le podían ayudar.

Lo único que desea Sandra es que alguien la ayude, antes de que ocurra una desgracia.