Buscaba en mis archivos con la intención de conocer aquella opinión que plasmé en días pasados en el diario, en relación con el equipo de Panamá Oeste y su próxima participación en el XXXIX Torneo Nacional de Béisbol Juvenil.
En ese momento, coloque a los "Vaqueros" como uno de los equipos favoritos.
Según mi opinión del 23 de noviembre, le daba crédito a la dirigencia de béisbol del Oeste, comandada por Leonardo Ortega, porque ha trabajado en las bases con mucho esfuerzo y sacrificio para que esa provincia deportiva vuelva a saborear las mieles del triunfo en la categoría juvenil, como lo hizo por última vez en 1996.
Una muestra del trabajo se pudo observar en el pasado torneo de béisbol de las II Olimpiadas Juveniles, donde Oeste se coronó campeón.
También hablé sobre su director, el cubano Rigoberto Blanco, un viejo zorro del béisbol, campeón mundial de la categoría juvenil en el 2002 en Canadá, donde estuvo al frente de la tropa de su país.
Por esa razón, es que no me extraña la participación del Oeste, aunque jamás imaginé que aún tuviera invicto, eso sin incluir la jornada de anoche.
Considero que Oeste conquistará sin ningún problema uno de los seis cupos que se disputan en esta ronda regular.
Sin embargo, en este mar de alegría, hay una pregunta que mantiene preocupado a los miles de fanáticos de los "Vaqueros": ¿Se quedarán sin gasolina en la siguiente ronda?
Las estadísticas de los dos últimos campeonatos revelan que ha sido así. En el 2006, los "Vaqueros" avanzaron a la serie de seis equipos con marca de 8-2 y luego quedaron eliminados con 0-8.
Por su parte, en el 2007, superaron la primera ronda con marca de 6-4, pero luego cayeron en semifinales con 1-9.
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