Su última locura la hizo días atrás cuando fue a la fiesta de disfraces de un amigo, vestido de militar nazi.

El uniforme era idéntico a los que utilizaban las tropas del desierto de Rommel, además de eso, el príncipe, de 20 años, usó el brazalete con la esvástica, o sea el signo nazi.

Tal cosa causó tanto revuelo que los periódicos ingleses lo publicaron en sus portadas, razón por la cual un vocero de la familia real tuvo que pedir disculpas públicamente por la acción de Harry. ¡No tiene nada en la cabeza!