La ministra de Inmigración de Canadá, Judy Sgro, dimitió ayer tras haber sido denunciada por el dueño de una pizzería de ofrecerle ayuda para evitar su deportación, a cambio de que colaborara en su campaña de reelección.
El primer ministro canadiense, Paul Martin, aceptó "con gran pena" la dimisión de la ministra, pero añadió que comprendía "por qué tiene que hacerlo".
|