El objetivo era hacer feliz a un niño. Los ungüentos, relajantes musculares y masajes en los pies formaron parte de un grupo de jóvenes altruistas que esta semana se insertaron en las montañas de Capira, en el poblado de Claras Abajo, para distribuir regalos a niños de esta apartada región que colinda con la provincia de Coclé y Colón.
Ellos forman parte del grupo Mixtura RF2, que es un voluntariado católico, que impulsa obras sociales siguiendo el legado que dejaron en la parroquia San Isidro Labrador de Capira, el sacerdote Francisco Heinnen y los laicos: Reinel González y el Dr. Francisco Domínguez.
En esta ocasión, el grupo Mixtura RF2 llegó hasta el poblado de Claras Abajo, pero para llegar a esta comunidad hubo que pasar muchos sacrificios, entre ellos caminar largos tramos entre el lodo. La única salvación para estos jóvenes fue montar a caballo y turnarse el traslado en estos animales.
Mitzela Sáez, una de las jóvenes, expresó que "un verdadero paraíso natural se esconde tras caminos intransitables, empinadas lomas y abundante lodo, pero esto no impidió hacer feliz a decenas de familias en el marco del Día de Reyes Magos".
En esta convivencia hubo además de regalos, alabanzas, oraciones, y la recompensa de compartir con ciudadanos agradecidos de la campiña capireña.
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