Antonio Navarro, propietario de la vivienda, triste por lo sucedido, confesó que salió por unos instantes de la casa y su pequeña hija de 6 años encendió el abanico, que por la fuerte brisa cayó encima de la cama y produjo una chispa en el colchón.

Agregó que las llamas hicieron que el tanque de gas estallara y consumiera todo el inmueble en cuestión de segundos.

Navarro aseveró que lo perdió todo y ahora no tienen un techo digno, para cobijar a sus dos hijos y esposa. Agregó que llamó a los bomberos, pero se le informó que atendían un incendio forestal.

Vecinos y familiares, cargando tanques de agua, intentaron sofocar el incendio, pero el esfuerzo fue en vano.

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