Por más de 35 años. El señor Dimas Sánchez tiene 57 años, reside en San Antonio, en el Cruce de Atalaya y se dedica a la venta de platanitos en las distintas ferias que se realizan en el país.
Él trabaja con su esposa Agustina de Sánchez, quien es su ayudante y lo acompaña a todas partes.
Él comentó que cuando empezaron el negocio se les hizo bastante difícil, ya que no tenían mucha experiencia y habían momentos en que sólo recibían la inversión.
"Con el tiempo fuimos ganando experiencia y ahora nadie nos gana en el negocio", aseguró.
TROPEZONES
Por su parte, Agustina dijo que en los últimos meses han tenido varios tropezones, pues los productos han subido y las ganancias son mínimas. Eso les preocupa, porque con esa platita llevan el sustento a su hogar.
"Gracias a Dios y a este negocio hemos podido brindarle una buena educación a nuestros hijos Darío, Rodrigo, Yabeth, Dilsa y Norma, quienes han obtenido sus títulos de bachilleres, y algunos ya se encuentran trabajando", afirmó.
AGRADECIDOS
Los hijos de esta pareja se sienten agradecidos y dicen que sus padres son un gran ejemplo para la sociedad.
Dilsa es una de las hijas, y expresó que siempre que sus padres se van para las ferias se preocupan, porque no saben cómo la van a pasar en esos lugares y hay momentos en que no regresan a la casa por varias semanas. "Los extrañamos bastante, más cuando estábamos pequeños y quedábamos solos. Pero ese es un sacrificio muy grande que hacen mis padres por nosotros", declaró.
ARDUA LABOR
El año pasado, ambos trabajaron muy duro, debido a que uno de sus hijos se graduaba. |