Para esta época del año, una prenda de vestir imprescindible es el vestido de baño. A veces, por cosas del destino, surge una invitación inesperada, la cual cae como balde de agua fría, pues aún no se ha comprado un vestido de baño nuevo. Para que esto no le ocurra, lo mejor es que aprenda a conservar su vestido, por si alguna vez tiene que usarlo de imprevisto esté como nuevo. Consejos:
No se le ocurra lavar su traje de baño en la lavadora. Jamás lo ponga en la secadora. El vestido de baño puede echarlo en la lavadora, siempre y cuando su etiqueta de cuidado así lo diga. Un lavado correcto sería a mano y en agua fría. Procure siempre lavar el vestido después de usarlo, no espere a que se seque o que pasen días. El jabón duro o de barra es el más apropiado para lavar un vestido de baño. La mejor manera de secarlo es colgándolo, pero que no sea en un lugar donde la luz del sol pegue directo. Hay vestidos de baño que no se deben utilizar en tina de agua caliente, verifique la etiqueta de cuidados. En caso tal de que vaya frecuentemente a las playas o piscinas, es recomendable que adquiera dos vestidos de baño. Algo primordial para que las fibras de expansión no cedan tan fácilmente, es tratar de que el vestido de baño no le quede demasiado ajustado, sino que sea de su talla. No utilice detergentes fuertes o blanqueadores ni mucho menos cloro para lavar el vestido de baño, ya que se decolorará.
NOTA:
Siempre tome en cuenta lo que dice la etiqueta de cuidados de la prenda, pues así conseguirá que su vestido de baño dure más.
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