El abrigo fue diseñado por la cubana Isabel Toledo, y fue confeccionado especialmente para que Michelle soportara la temperatura de casi menos 10 grados centígrados que había ese día en Washington.

La esposa de primer Presidente negro también donará el vestido que lució en el baile de inauguración del mandato presidencial, como manda la tradición, al Museo Nacional de Historia Americana Smithsonian, de Washington.

En esta ocasión optó por un traje de Jason Wu, un diseñador oriundo de Taipei, con el que la nueva Primera Dama pareció respaldar el cambio que ha llegado a la Casa Blanca y salirse de las tradicionales elecciones que hicieron sus antecesoras.

De este modo, Michelle ha dejado a un lado los tradicionales nombres de Oscar de la Renta o Carolina Herrera, que protagonizaron las anteriores elecciones de antecesoras como Hillary Clinton y Laura Bush.

Aunque en ambas ocasiones, la Primera Dama lució muy elegante, han sido muchas las críticas que han surgido por parte de los profesionales de la moda, quienes aseguran que el vestido de la cubana no fue el apropiado y manifestaron que el color amarillo oro no le iba bien. Pero no todo ha sido crítica, ya que lo elogios no faltaron para el vestido que utilizó en la noche.