A pesar de haber llegado nada más hasta tercer año, se las ingenia para tener un trabajo digno que le permita darle un buen ejemplo a sus niños y a la vez para que vean que tienen que culminar sus estudios para que no sufran lo que ella pasó.

Lo que más le llena de orgullo es que gracias a lo poquito que gana puede enviar a sus niños a la escuela, a los que siempre aconseja para que puedan ser profesionales y la ayuden cuando tengan buenos trabajos.

La faena de Anabel no es nada fácil, porque antes de salir de su casa debe dejar preparada la comida para sus hijos, la casa limpia, todo ordenado y luego tomar un bus que la lleva hasta el centro comercial Mis Provincias que está ubicado en Milla 8, en Las Cumbres.

En ese centro comercial queda su empleo, en donde con mucho cariño prepara los batidos que les piden sus clientes, pues sabe que el éxito radica en la buena atención y en la higiene que siempre mantiene en el quiosco.

Su determinación la ha llevado a realizar muchos trabajos, específicamente en fondas y restaurantes en donde aprendió que sin estudio todo es más duro.

Como buena soñadora desea tener su negocio propio, pero sabe que esa será una misión difícil, porque el poco dinero que gana se va todo en los gastos de su casa, ya que es madre y padre de sus hijos.

A pesar de este inconveniente no deja de soñar, pues sabe que a todo el mundo le llega la fortuna y ella no será la excepción.

En medio de tantas carencias se siente satisfecha, porque al menos tiene un techo propio que logró construir con mucho esfuerzo y en el que sus hijos pueden dormir seguros.

NEGOCIO
El negocio que quisiera poner Anabel es un quiosco, en donde pueda vender toda clase de legumbres.