Se impuso la juventud. La rusa María Sharapova le ganó un nuevo pulso a la estadounidense Lindsay Davenport ayer por 6-1, 3-6, 7-6 (7/5) en la final del torneo de tenis de Tokio, valedero para el circuito de la WTA y dotado con 1,3 millones de dólares.
La número uno mundial no pudo tomarse la revancha después que ya hubiera sido batida por la joven rusa, de 17 años, en las semifinales del torneo de Wimbledon.
"Estoy muy contenta, evidentemente, y no hay otra forma de decirlo", precisó.
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