¡Áyala vida! Britney Spears todos los días tiene algo. Ahora la cantante anda como loca convertida en la dueña de la avenida, y le echa toda la culpa a los paparazzis.
Según Britney, los paparazzis la estaban persiguiendo y ella, ni corta ni perezosa, pisó los frenos, sin importar que su pequeño Sean Preston estaba sobre sus piernas.
Las imágenes muestran a Spears conduciendo con una mano, y con la otra detiene al bebé. Hay otra persona en el asiento junto a Spears, pero no se sabe de quién se trata.
Britney dio unas declaraciones posteriores al hecho, en las que comenta: “Sentí terror en ese momento de que los paparazzis me lastimaran tanto a mi bebé como a mí”.
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