Moza, pesa decir esto, pero mi esposa no me merece. Yo le he dado mi vida, le he puesto una casa, un carro, le doy de todo y ella, qué bonita, cuando no estoy, metía en la casa a su amante.

Es horrible lo que te contaré, pero mis vecinos cansados de ver que era un venao, como muchos me deben estar llamando, me dijeron que un día cuando me iba a trabajar, tratara de regresar a las dos horas, para ver lo que pasaba en mi casa. Eso me hizo sentir muy mal, porque imaginaba que era algo malo. Lo que jamás pensé es que era tan malo.

Cuando regresé, entré callado y por la puerta de atrás. Para mi sorpresa estaba sin tranca y al entrar, estaba él dormido sin ropa en mi cama y ella bañándose. A un lado de la cama estaba un plato de comida muy bien servidito y dos copas vacías. Moza, te lo juro, yo no maté a ese hombre, porque amo mi libertad y a mi familia, pero me arrepiento de no haberlo hecho.

Lo que hice fue sacarlo a palo de allí, al igual que a ella, a quien la amenacé y eché en toallas.

Varios de mis vecinos se metieron y me dijeron que me calmara y a ella le gritaban cosas. Como que ya era hora de que se diera cuenta.

Moza, le tiré toda su ropa afuera y no la quiero en mi casa. Ella me amenazó con ponerme una denuncia, pues dice que le tengo que pagar pensión y darle la mitad de todo. ¿Qué crees que debo hacer? Luis Miguel

VE A LA LEY
Hola, Luis Miguel, creo que has esperado mucho. Te aconsejo que vayas tú primero a la ley y digas lo que pasó. Ellos te orientarán sobre lo que debes hacer y te aseguro que no tienes que darle nada por lo que hizo.

Esa mujer sí que se equivocó, pero después que arregles todo, aléjate de ella para siempre.

Estoy segura de que el tiempo sanará tus heridas y conseguirás una mujer que te valore y te respete. ¡Suerte!