Desconsolados. En medio de un gran dolor se efectuó el sepelio del niño Rodrigo González González, en la iglesia Santiago Apóstol de la Locería.
Rodrigo falleció el martes cuando un “diablo rojo” de la ruta Transístmica -Veranillo, conducido por Carlos Lucas, lo atropelló.
El diácono Teodomiro ofició la misa y en su mensaje hizo un llamado a los hermanitos y a sus padres, a seguir el ejemplo de este angelito, que en vida fue un niño alegre y lleno de felicidad, porque ahora está con Dios.
En medio del dolor, Bolívar González, su padre, narró a DIAaDIA que “este año mi hijito iba para kinder, ya lo habíamos matriculado en la escuela República de Japón”. Al momento de la tragedia, Valentina, madre del pequeño, iba a comprar los útiles escolares de sus hijos en un almacén de Calidonia. Rodrigo fue incinerado. Sobre su urna estaba su juguete favorito y una foto donde él pareciera que les sonreía a todos los que le conocieron. Sus padres lo describieron como un chico muy alegre, chistoso, juguetón y alegre. ¡Descansa en paz!
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